sábado, 17 de marzo de 2018

Resumen de la Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio), del Papa Francisco

 Con el ánimo de facilitar la difusión del contenido de la primera exhortación apostólica del pontificado de Francisco hemos realizado un breve resumen con las citas más destacadas y confiamos en que  sea de utilidad para meditar y compartir.

 Hoy ofrecemos el resumen de los capítulos primero y segundo, en sucesivos días ofreceremos el resto hasta completar.


La exhortación apostólica Evangelii Gaudium comienza con una introducción en la que:
  • aborda los problemas y riesgos del mundo actual, donde triunfan el consumismo y el individualismo que aíslan las conciencias y no dejan espacio para los demás, convirtiéndolo en un lugar de injusta desigualdad.
  • establece las claves para arraigar y desarrollar el bien: comunicación de la experiencia de verdad y de belleza, la alegría de evangelizar, y el derecho de todos a recibir el anuncio del evangelio junto al deber de todo cristiano de realizar el anuncio sin excluir a nadie.
A la introducción le siguen cinco capítulos cuyo resumen facilitamos a continuación:

Capítulo I: La Transformación Misionera de la Iglesia

El Papa Francisco comienza pidiendo a todos los cristianos que nos reencontremos con Jesucristo, que renovemos nuestro encuentro, o al menos, nos dejemos encontrar por Él.  Y nos recuerda que ‘el evangelio invita insistentemente a la alegría‘.
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría.”
Habla de la Iglesia en su punto de partida como la comunidad de discípulos que ‘primerean’ y toman la iniciativa de ser los primeros en salir al encuentro de los demás y lo hacen con el deseo inagotable de brindar misericordia. El Papa quiere que seamos parte de este grupo, nos invita a ‘primerear’. Es deseo del pontífice que nos lancemos a transformarlo todo y afirma que prefiere ‘una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades‘.

Capitulo II: En la crisis del compromiso comunitario

En este capítulo critica duramente a la economía actual, porque excluye a los débiles y solo hace fuerte a los poderosos. Señala que existe una creciente deformación ética en nuestras sociedades y ‘asistimos al debilitamiento del sentido del pecado personal y social, así como un progresivo aumento del relativismo‘. También alerta que esta filosofía de vida, ‘de mundanidad espiritual’ y ’de idolatra el dinero’,  ’debilita los vínculos entre las personas’ y ‘desnaturaliza los vínculos familiares’. 
“¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano”
Al mismo tiempo recuerda que ‘nuestro dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida por amor’  y hace un llamamiento al ‘dinamismo misionero que lleve sal y luz al mundo‘, sin temor a realizar tareas apostólicas y a la entrega generosa del tiempo personal. Por último, el Papa Francisco, apunta en este capítulo, una vez más, su deseo de que la Iglesia haga frente y sin miedo a profundas preguntas que no se pueden eludir superficialmente, como por ejemplo: ‘el lugar de la mujer allí donde se toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de la Iglesia‘; mayor protagonismo de los  jóvenes en la pastoral de conjunto de la Iglesia, mejor selección de los candidatos al sacerdocio,…

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