sábado, 19 de agosto de 2017

El caramelo amargo de este verano.

Va llegando a su fin el tiempo de las vacaciones  aunque de verano aún nos queda  mas o menos un mes entero. Tenemos que ir pensando en volver a todo aquello que dejamos aparcado y reanudar nuestros quehaceres cotidianos,  horarios, rutas, trabajo, encuentro con  los habituales de nuestra vida.  Casi nos atreveríamos a decir que todos los años es igual, pero no, sabemos que no porque cuando no es un incendio que desola nuestras tierras y lugares, es la muerte por accidente que, como alguien que no ha sido invitado a la fiesta, se cuela. esta es nuestra vida y así se van conformando nuestros días. Este año  lo que mas nos ha hecho y nos esta haciendo sufrir es el terrorismo que ha mostrado su hocico de hiena en las Ramblas de Barcelona y en otros lugares y donde no solo  ha pillado a nuestra gente, sino a otros que nos visitaban y que venían buscando descanso y distracción.
El tema del que quiero hablar es que  a uno le entran ganas de maldecir y desear lo peor a  estos que nos han hecho  tremenda faena y el odio asoma sus narices buscando por donde colarse. Hemos de ser fuertes, no debemos dejarnos ganar por  tan bajos sentimientos y mirar al futuro con inteligencia y aplicarla lo mejor y mas rápido posible, para que cualquier otro tipo de atentado contra la humanidad y la convivencia pacifica, sea en nuestra nación o no, se vea  frustrado. No podemos perder energías odiando. hemos de demostrar hasta donde llega nuestra capacidad de aguante y nuestro don de gentes y dar una lección a aquellos que  no son capaces de respetar la vida ni la diferencia. Repito, eso no debe significar que nos quedemos con brazos cruzados dejando que esta gente campe a sus anchas por las calles de nuestras ciudades o pueblos. Hay que buscar a los terroristas y  reducirlos aplicando la ley con justicia. 
En el hondón de sus acciones se vislumbra  que el tema de fondo para ellos y según vemos por sus acciones, es el de  o nosotros o ellos.
Esa forma de pensar siempre, de toda la vida, ha llevado al dolor y al sufrimiento, es origen de guerras y  nos parece, con todo lo que ya ha andado la humanidad y reflexionando sobre lo que ha sufrido, inaudito y perverso. No podemos caer en la tentación de pensar igual  ni responder de la misma manera.
Se trata de afrontar la situación con dignidad y  tratar de dar una solución igualmente digna y propia de aquellos que  aceptan la diferencia y respetan la vida. 
José Rodríguez

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