sábado, 11 de marzo de 2017

LA PALABRA DEL DOMINGO

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA .CICLO A.
Mt.  17.1-9.

 DIOS NO HABITA EN TIENDAS DE INDIVIDUALISMO.

En este segundo domingo de Cuaresma estamos invitados por los textos y por la misma palabra de Jesús a ponernos en camino. Ya nos lo insinúa así la primera lectura del libro del Genésis en donde Abrahan  es llamado para salir de su casa a la tierra que se le mostrará.
  San Pablo en la segunda lectura le  dice a su querido Timoteo que no escatime esfuerzos ni decisión a la hora de tomar parte en los duros trabajo que supone, a veces,  anunciar el Evangelio y Jesús, en el texto de Mateo, después de mostrar su gloria y su vocación de cumplir la voluntad del Padre, a los que estaban con El, - dar  cumplimiento a la ley y a los profetas- , les invitar a bajar,  a seguir el camino donde les será mostrada  la misma gloria del Padre  en toda la riqueza de su cumplimiento. Se trata de llegar a Jerusalén, se trata de no quedarse en la complasencia del amor de Dios sin dar testimonio entre los hombres de su misericordia, su fidelidad y su perdón. Jerusalén significa todo eso y mucho mas. Se trata de que la entrega sea total, definitiva y realmente sincera, creíble.

 Será allí donde le escucharemos y le veremos dar los testimonios mas fuertes y sublimes del amor de Dios. Será allí donde todo encontrará cumplimiento. Será allí, en definitiva, donde la muerte del justo alcanzara la salvación  de los que no lo son pero que  buscan misericordia y perdón.
Invitados por tanto, a dejar nuestras seguridades, la falsa seguridad de creer que estamos con Dios no queriendo estar con los hermanos, sean necesitados o no, busquen a Dios o no. Una de las mayores manifestaciones de Dios se dará en la cruz con la respuesta que recibe el ladrón que busca consuelo y lo encuentra en medio de un dolor y una muerte compartidos. Una hermosa  y constante invitación que vamos a estar recibiendo cada día de nuestra vida: hay que bajar, hay que ponerse en camino , hay que salir en busca de los otros, hay que dar testimonio del amor de dios a los hombres para que  tengan la posibilidad de consuelo y esperanza si aceptan  que Dios les sigue amando y con locura.
 ¿ O es que acaso no es una locura entregar al Hijo Único para que los otros encuentren vida en la vida y  sentido a su morir?
Como coda, descubrimos con el salmo la necesidad de invocar al Señor: "Devuélveme la alegría de la salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, meabrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza." 
 
!!FELIZ DÍA DEL SEÑOR ¡¡ 

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