sábado, 31 de enero de 2015

Víctor y Stella Domínguez, ayudan a divorciados, vueltos a casar: “No es suficiente saber que la Iglesia los ama. Ellos necesitan sentirlo. Mostrarles que siguen siendo hijos de Dios”

“Hablamos primero en crecer en la fe. Una acogida misericordiosa, pero desde la verdad. Hacerles conocer el amor de Dios. Ellos son tan amados por Dios como los matrimonios sacramentados. Nuestro testimonio es lo que más vale. Lo que salga de mi boca no tiene la misma fuerza. La persona tiene que ver en nosotros que vivimos eso  (el amor cristiano del matrimonio) y van anhelar vivir el amor de Dios, porque el Señor está entre nosotros, ¿verdad?”

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