sábado, 31 de enero de 2015

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B.


ACTUAR CON LA FUERZA DE DIOS
Seguimos encontrando a Jesús en Cafanaúm,  lugar donde se ha establecido  y desde donde lleva a cabo salidas misioneras a los lugares  de Samaría. Se convierte Cafarnaúm en el sitio de referencia, en donde y además ha encontrado a los  discípulos  y también donde encuentra oposición por parte de escriba y fariseos y de determinadas personas, como sucede en el texto del evangelio que hoy se nos propone.
Sinagoga de Cafarnaúm
 En este caso, no es en cualquier lugar donde se produce el rechazo, no. Es en el espacio dedicado a Dios, en el espacio sagrado. Es en la sinagoga, lugar de encuentro y alabanza  a Dios.
 Jesús aprovecha cualquier momento para enseñar, cosa que hace con autoridad, según  reconocen los que le escuchan. Aprovecha el sábado, día del Señor, para acudir a donde el sabía que todos  estaban y allí se presenta, en el lugar sagrado. Les habla del santo, de Dios. 
 Hay en esta ocasión un hombre que  esta poseído por el demonio. El demonio se ha colado en el recinto de Dios y se resiste a que Dios, en su casa, sea anunciado y lo hace de forma muy sutil, trata de  amedrentar a Jesús  y pidiéndole cuentas. Ese : "Sé quién eres" que pronuncia, es amenazante y provocativo y habla de resistencia.  Esa misma oposición  va a servir para que la fuerza de Dios salga mas valorada y reconocida, debido a la autoridad y la determinación de Jesús de eliminar tal resistencia que se opone  a Dios en  su misma casa.
 La pregunta que se hacen los presentes, llena de asombro y de admiración, cuando ya todo ha pasado, nos permite pensar que  están pudiendo descubrir quien es este Jesús y en nombre de quien actúa. 
el texto nos permite pensar: a) Que el  malo no tiene fuerza ante el que actúa en nombre  de Dios.
b) Que con facilidad el malo se aloja en el espacio sagrado para adueñarse de el y  para desde dentro,  librar su batalla particular, en contra de Dios y en detrimento de los hombres.
Traemos esta reflexión a  nuestra vida actual, a nuestra iglesia y creo que con facilidad, nos damos cuenta  de que esto también sucede hoy en nuestras parroquias y lugares de culto en donde el maligno se ha colado, habita y pretende ser dueño y señor  e intenta hacer de las suyas.
 Hemos de tener claro que debemos estar alojados  en Dios, que debemos actuar siempre desde El.
 No hay otra fuerza  que le pueda vencer mas que la fuerza de Dios manifestada en la determinación del hombre de vencerle, de no dejarse amedrentar, ni manipular, ni amenazar.
Como Jesús nuestrta ocupación  ha de estar en que Dios sea reconocido en vida y en verdad, desechando la mentira, la falsa apariencia, la arrogancia, la superioridad ya que, en el fondo, todo eso es  prescindir de Dios y ocupar su espacio.
Con frecuencia nos olvidamos de que quien salva es Dios y no nosotros. Lo nuestro es dejarnos salvar 

No hay comentarios:

Publicar un comentario