sábado, 27 de diciembre de 2014

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO DE LA INFRAOCTAVA DE NAVIDAD. FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA.


 ES QUE DIOS ES FAMILIA .

Aún con  las mieles en los labios de la Noche Buena y la Navidad, la Iglesia nos propone que sigamos mirando al portal porque en el se cobija una familia. Una familia pobre, emigrante dentro de su propia tierra. Una familia creyente, que tiene toda su esperanza puesta en Dios a pesar de  las dificultades por las que está pasando.
 Mirando y contemplando la Sagrada Familia, no podemos por menos de pensar en nosotros, en nuestra familia, en todas la familias del mundo que pasan por necesidad y sufren penurias para seguir adelante.

 Familias donde hay rompimiento por miles causa y motivos, familias que no lo son.
También nos encontramos con  familias que, a pesar de las estrecheces y diversidad de opiniones, siguen adelante y se esfuerzan por  no vivir separados, por no dejar  que nada ni nadie les robe  el tesoro  del amor que les une.
Para unas y para otras, el mensaje de hoy es claro. También  en la familia necesitamos dejar  espacio a Dios, necesitamos vivir el amor de Dios,necesitamos... caminar con Dios.
Este es el sencillo mensaje que se nos ofrece desde la Sagrada Familia -Jesús, María y José- y que los textos que son proclamados en este domingo quieren reforzar.
 Ahondando un poco más descubrimos que la invitación  va mas allá, pensemos concretamente en nuestras familias, en nuestros  padres, nuestros hermanos, parientes y vecinos, pensemos en la  familia que es la Iglesia. Pensemos y no dejemos pasar la ocasión de reflexionar y dejar  que la Palabra de Dios nos ponga delante la verdad, nuestra concreta verdad. Quizá descubramos que  quedan muchas cosas por hacer, quizá tengamos que aceptar que hay mucho de remoloneo a la hora de arrimar el hombro dentro del amplio ámbito familiar, mucho de egoísmo que carga responsabilidades sobre los hombros de los otros mientras nosotros nos dedicamos a lo nuestro y por último, mucha falta de fe, de presencia de Dios, de respeto por las opciones con respecto a este tema.
 Decíamos y cantábamos en el Adviento aquello de  " hay que allanar las sendas de la vida" y hoy, seguimos diciéndolo. Hay que allanar las relaciones dentro del ámbito familiar, dentro de las gran familia que es la Iglesia, dentro de la  misma sociedad  - trabajo, comunidad de vecinos, asociaciones, agrupaciones deportivas, etc. porque es que nada de esto es ajeno a Dios -,  en donde nos toca hacer, vivir y compartir nuestra vida desde las relaciones cotidianas.
 Es así como el mensaje de  la noche Buena empezará a adquirir sentido, me refiero a aquello de " Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad", 
Sucederá que ya no será "buena"  tan solo una noche al año, sino que lo serán todas las noches del año, cuando al retirarnos a descansar lo hagamos con la conciencia tranquila porque nos hemos esforzado por hacer el bien  junto, con, por  los demás.
El proyecto de Dios para la humanidad es el de ser una gran familia diversa, abierta, singular, en donde todos los que habitamos el planeta nos sintamos comprometidos, amados  y responsables de lo que en el sucede. El núcleo familiar es el germen y está en el hondón de todo ello.
¡¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR. FELIZ DÍA DE LA FAMILIA !!


 


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