sábado, 2 de agosto de 2014

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO
ORDINARIO.  CICLO A.

 UN RETO PERMANENTE
Entramos con el mes de Agosto en el domingo XVIII del tiempo ordinario que nos trae una  hermosa reflexión sobre lo que para nosotros, los que seguimos a Jesús,  debe significar caminar con la gente y compartir con ellos todo tipo de vicisitudes. 
 El texto nos sitúa en un lugar tranquilo a donde Jesús se ha retirado después de haberse enterado de la muerte del Bautista. La gente le busca, quieren oírle, estar con El, sentir su bondad. El no les rechaza, les atiende. Los discípulos viendo el comportamiento del maestro le quieren imitar pero se van a quedar cortos  pues cuando plantean el tema de despedir a la gente, porque no habían comido , son invitados por el maestro a  que ellos les den de comer. Se sienten incapaces de  cargar con  esta situación y así lo expresan. Jesús  sabe lo que les dice y es aquí donde esta el centro de la enseñanza a mi parecer, el Maestro sabia que ellos se habían guardado su comida y por eso les dice  al tiempo que les invita a que compartan  lo que tienen, lo que se han guardado, con los que tienen menos que ellos con los que están pasando necesidad, la gente no tiene nada, ellos cinco panes y dos peces. Realmente no es suficiente, y viene la segunda lección. Jesús les invita  a que los traigan  y con un gesto que nos recuerda la Eucaristía se los devuelve para que  lo den a la gente y ...sucedió el milagro. Comieron todos y sobró.
La reflexión me lleva a dos puntos, uno el de  ser sinceros y transparentes a la hora de  estar con los demás, no nos podemos guardar nada mientras los otros  pasan necesidad, los otros, que no son cualesquiera, sino hermanos que buscan a Jesús y a quienes el ya ha atendido y socorrido. Eso de,  mandarles a comer, mientras yo me guardo mi comida...  En otras palabras, puede sonar a  lo de "que se busquen la vida", por un lado y por el otro,  la desconfianza en el Maestro, no contar con El a la hora de tratar de solucionar el problema, prescindir  del Señor en los asuntos. No obstante va ser desde El con y por El , como se va a solucionar el tema. El detalle esta en  que  Jesús no les roba protagonismo, si se puede llamar así, les da para que ellos repartan y así descubran , descubramos, que el seguimiento, por nuestra parte, ha de ser con todas las consecuencias, no valen los remilgos, ni los apaños. Insisto, con todas las consecuencias con respecto al Maestro y con respecto a los demás, ambos temas van unidos. Ya nos lo dijo: "lo que le hagan a uno de estos..."
Feliz día del Señor.
 

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