sábado, 10 de mayo de 2014

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO CUARTO DE PASCUA. CICLO A. 

     DOMINGO  DE EL BUEN PASTOR .
El texto del evangelio de este domingo termina con la promesa de Jesús  de darnos vida en abundancia, ha venido para eso, nos dice. 


 Pero antes nos ha invitado a aceptarle, a dejarnos conducir por El que, como buen pastor, se cuida  y preocupa de su rebaño procurando que no le falte nada.
Dejarnos conducir por el Señor. Ahí es donde pienso que está nuestro"talón de Aquiles". Es ahí  donde nos jugamos todo. Dejarnos conducir por el Señor significa que muchas veces hemos de  aprender a posponer  nuestros propios deseos y proyectos aún  siendo buenos y positivos.
Es estar al tanto de su palabra, de sus insinuaciones. Es querer buscarle es la realidad de cada día. Significa y supone abandono total y confiado. Es saber reconocer su palabra en medio de tantas llamadas que  se nos ofrecen a lo largo de las jornadas que van conformando nuestra vida  cotidiana.
Jesús,  usando esta imagen del Buen Pastor, nos está queriendo decir  que nunca nos va a abandonar, pase lo que pase, que nunca nos va a faltar su asistencia, el consuelo de su presencia y su palabra.
 Llamados e invitados a ser de los suyos pone en nuestras manos la gran promesa  de la vida  eterna. El va delante, conociéndonos y llamándonos por nuestro nombre.
Aprendiendo de esta su solicitud por todos y cada uno de nosotros, estamos llamado a imitarle. No somos el buen pastor, pero si los que  el envía para  reunirle el rebaño que ha de seguirle y enseñarle a reconocer la voz de su llamada.
Felíz día del Señor.
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario