sábado, 17 de agosto de 2013

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO . CICLO C.

 JESÚS  ¿ UN PIRÓMANO ?
 No se si debemos  denunciar a Jesús, porque miren ustedes que en pleno verano ande diciendo que ha venido a traer fuego a la tierra. Es para pensarse si se le pone una demanda o no. Es una broma. Y, bromas a parte, vamos a lo nuestro.

Jesús habla en el evangelio de este domingo a los Discípulos y les instruye ante la necesidad que, mas tarde o mas temprano,  va a surgir desde la opción que han hecho de seguirle. De  tener que tomar  una o varias decisiones, ante  ante  los amigos, la familia, la propia vida, el mundo.
 Y lo dice expresando que no ha venido a traer al mundo fuego y no paz y si no es paz, será discordia, como así también apunta.
En una palabra, que el seguimiento de este buen Jesús a quien se nos pinta muchas veces como  manso y  hasta con cara de endeble y tirando mas a  rostro femenino, no es moco de pavo y supone y conlleva determinadas opciones que habrá que tomar y que no van a dejar impasible a los que viven a  nuestro alrededor, o conviven con nosotros.  Decisiones que no van a aceptadas facilmente.  En muchas ocasiones las incomprensiones van  a ser mas agresivas contra quienes las toman desde los que  están mas cercanos y solo porque se hacen desde un opción de seguimiento de Jesús, sin mas recompensa que el " vengan benditos de mi Padre".
 En nuestra sociedad se acepta como algo normal e higiénico se seguidor de un equipo de fútbol, por ejemplo y seguidor  hasta la muerte, pero ser "hincha" de Jesús,  siguiendo con el  tema futbolero, eso, eso no da  prestigio, ni cabe en la mente de la gran mayoría.
 Llamados a ser " bichitos raros" en una sociedad que no entiende de generosidad, de entrega, de solidaridad, que ha olvidado sus deberes  pero no sus derechos, los cuales se exigen a macha martillo porque andamos en lo de :los deberes que los cumplan los otros, y nos movemos mas agusto  en quiero mis derechos y como sea; se impone tomar decisiones y hacer gestos que  ayuden a entender que esto es de todos y que nadie tiene derechos sin deberes y viceversa y por ahí tiene mucho que ver el texto del evangelio de hoy: testigos de la posibilidad de una sociedad mejor que exige entrega y opción clara y decidida y para los cristianos y como no podia ser menos, desde Jesús.
 Es un texto que no debe meternos miedo en el cuerpo porque Jesús lo que intenta es advertir de lo que puede llegarle a los suyos. Son palabras del amigo  que sabe lo que puede pasar y no quiere que pille despistados o mirando para otro lado a los suyos, de forma que cuando suceda recordemos y caigamos en la cuenta de que ya se nos había dicho. 
  Sabemos que el sufrimiento y la discordia forman parte en la vida  cotidiana y por ende, en la sociedad y  que  el alcanzar metas que favorezcan a todos supone lucha y esfuerzo y  no ver a los otros como enemigos.
 Hay que enfrontar la verdad  allí donde este. Desenmascarar la opresión y la mentira y el puro interés que  anula y aniquila  la vida de los otros. 
Jesús habla de fuego, fuego que queme todo lo que  nos aparte de los demás y en el que los que quieran seguir manteniendo sus intereses particulares y egoístas terminaran quemandose. Hay que prenderlo, hacer la fogalera y eso nos toca a nosotros.
 No ha venido a traer paz no dice, porque  esa postura de lucha y entrega decidida por el hombre  nos va a enfrentar, primero, con nosotros mismo pues en muchas ocasiones  los temas que se nos plantean o descubrimos nos van a inquietar hasta robarnos el sueño. Con los que tenemos cercanos, porque no van a entender nuestras opciones o no quieren entenderlas y con el mundo , la sociedad o parte de ella, porque en mucha ocasiones está decidida a no perder ni un ápice de los privilegios que poco a poco le ha ido robando al hombre con lisonjas, engaños y propuestas entusiasmantes, de falsas formas de vivir que a la hora de la verdad se quedan en agua de borrajas, pues llevan a la persona a sentirse vacía, sin profundidad de vida, sin  valores, sin ilusiones por vivir y en lo material, con lo mínimo para seguir viviendo  y cada vez mas esclavos de la necesidad provocada por el egoísmo de unos pocos. Como dice el dicho "Se ofrece el oro y el moro" pero ellos se quedan con el oro y nos dejan el moro.
Así que, al tanto, estamos advertidos. No podemos decir desde ahora, nadie nos lo dijo o no se nos advirtió. 
Tener presentes que no estamos solos y que el Reino al que somos llamados no es el de "periquillo el de los palotes", que no, que es el Reino de Dios y  El es el primer interesado en que esto salga adelante.
Por tanto : fuego  y guerra desde la opción por el Dios Padre de todos y de la paz.
Feliz día del Señor. 

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