miércoles, 10 de julio de 2013

BUSCANDO NORTE

El día va poco a poco avanzando y mientras el sol se decide a ocultarse tras las montañas dejando pasar la sombra y con ella  la frescura que del mar nos llega, en la espera de que esto suceda, me dedico a leer, escribir o tocar en el teclado las canciones que más me gustan. Hoy he decidido escribir algo y aquí estoy en la faena.


Para empezar, quiero compartir con ustedes el desconcierto y la desorientación que sufro al ver las noticas de la tele en donde se habla  de corrupción, de engaños y tramas, en donde persona importantes están implicadas y pienso lo que estarán pasando ellos y sus familias.
No se trata ahora de si se lo merecen o no, me centro en el sufrimiento y la pregunta que me hago es: ¿merece la pena sufrir tanto por dejarse llevar ante el afán de dinero y de poder, sobre todo cuando  ese dinero se adquiere de forma oscura y pertenece a otros? No  me digan ustedes que esto merece la pena.
 Es increíble ver como personas cultas y con, se supone, experiencia de la vida y también con suficientes medios para vivir de forma holgada, se vean sometidas a estas situaciones por el afán de tener más, por el egoísmo.
No término de entenderlo, no me cabe en la cabeza, claro que yo no soy, ni mucho menos, mejor que ellos. Pero no término de entenderlo, que quieren que les diga.
Recurriendo a uno de nuestros clásicos, Jorge Manrique, concluyo con aquello que dice  en la "Elegía a mi padre" :

"Nuestras vidas son los ríos
Que van a dar a la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos á se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
allegados, son iguales
Los que viven por sus manos
y los ricos"

Me asusta que toda la sabiduría acumulada a lo largo de siglos no nos ayude en nuestro vivir de cada día.

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