viernes, 21 de junio de 2013

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO.CICLO C.

LA PALABRA DEL DOMINGO.


 "LO QUE NOS QUEDA POR APRENDER"
En una primera lectura del texto de este domingo  nos puede dar la impresión de que Jesús anda muy preocupado por lo que la gente piensa y dice de el. Es verdad que pregunta por ello, pero el asunto va mas lejos cuando  la pregunta la dirige a los que están cercanos y que le conocen  mas en el día a día.




                                                                          Pedro es el que responde  e inmediatamente Jesús trata de desmontar  una imagen falsa del mesías que no corresponde a su misión y lo hace  diciendo que su  misión no es la de empuñar las armas, ni de tirarlo todo por tierra para volver a levantarlo. Este mesías que tienen ustedes delante es  el mismo de quien hablaron los profetas, el mesías que va a dar su vida, sin estrépito y con dolor, para  que el hombre  tenga siempre la oportunidad de  tener a Dios cercano, quiera o no acercarse a El.
 Hace un anuncio de su muerte que debió de dejar a los que le escuchaban atónitos y sin respuesta ante lo que les decía.
De esa forma el Maestro va conduciendo e instruyendo a los que llamó, para que  ellos  sepan coger, digamos que recortes, al tiempo que van vislumbrando lo que les espera. No se trata de triunfos o revueltas ganadas, de revoluciones y consignas. La única revolución va a ser la del amor, la consigna  va a ser la del perdón y el triunfo está reservado al Padre, pero antes hay que pasar por la entrega generosa y decidida,  de tal forma que los que les han de oír y ver, puedan descubrir que hay una otra manera de vivir y de entender la ley y los profetas, en definitiva, la presencia de Dios en la vida de los hombres.
¿No se por que nos escandalizamos nosotros actualmente cuando nos toca sufrir y soportar toda clase de comentarios, infundados o no, cuando sabemos que el reino pasa por el camino de la cruz? Una cruz real y concreta que hemos de asumir y hacer nuestra  y es entonces, cuando todo eso sea así, cuando el Padre nos hará entender en que consiste eso de su gloria, que no pasa por la humillación de los hombres, ni por la destrucción de la vida,ni por hacer caer pueblos o quemar ciudades, sino por la entrega personal y decidida a la voluntad de Dios que no es otra mas que el hombre se salve, que se encuentre a sí mismo y pueda reconocer que Dios, a pesar de todo, le sigue amando.
¡¡Cuanto nos queda por aprender como seguidores de Cristo!!   ¡¡Cuanto nos queda por  aceptar y cuanto nos queda por rebajarnos y dejar que la palabra de Dios vaya siendo una realidad, cada vez mas concreta, en  nuestra vida de cada día!!
Feliz día del Señor

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