sábado, 6 de abril de 2013

TRISTEMENTE, EL HAMBRE DE UNOS CREA LA AVARICIA DE OTROS.

por María Sánchez

 Desde mis tiempos de estudiante, en el colegio Mª Auxiliadora, recuerdo aquella hucha que representaba la cabeza de un “negrito” donde las monjas nos incitaban a depositar unas monedas, que dicho sea de paso, no abundaban en nuestros hogares.


Han pasado los años y aún seguimos pidiendo para los negritos. Lo peor es que,  por mucho que les demos, ellos continuan teniendo hambre y continuan siendo cada vez mas pobres. Hoy despues de los años transcurridos,  he ido asimilando las razones por las que todo sigue igual. He llegado a comprender que detrás de esas personas que mueren de hambre. posiblemente, se esconden muchos instereses económicos y de poder. Puedo alcanzar a ver la verdad, cada vez con mayor claridad, del porqué en las campañas de recogidas de alimentos 
para el llamado tercer mundo se nos pone como gancho a unos niños escuálidos hacinados en unas chabolas que no reúnen ni el más mínimo atisbo de salubridad. O aquella otra de una madre esquelética, mirada pérdida, y pechos desinflados a los que se agarra su hijo con la esperanza de encontrar un poco de leche con la que alimentarse.Esta es la manera que tienen los señores de la guerra para llegar a nuestros corazones. Mientras nos ocultan con destreza,  los verdaderos motivos,  por los que esos seres humanos viven permanentemente en la eterna hambruna.De todos es sabido que cuando cualquier ONG intenta llegar a los poblados donde se encuentra un gran número de personas marginadas, hambrientas y desarraigadas, aparecen las guerrillas poniendo obstáculos y volcando los camiones donde se transporta la comida para terminar secuestrando a los que arriesgan su vida a favor de los más necesitados.Se dan varias circunstancias para que los guerrilleros actúen de este modo. Entre ellas existe una que, desgraciadamente, es la que mueve a estos “mal nacidos” a actuar de este modo. No es otra que seguir manteniendo a su país en la ignorancia (cuanto menos sepas menos preguntas) enfermos, endémicos, hambrientos, pues esta estampa mueve con mayor fuerza el corazón de las naciones más ricas que son las que les proveen del dinero necesario para sus fines.Este panorama se presenta en muchos países como por ejemplo: Sierra Leona, Mozambique, Guatemala o Etiopia. En este último se ha denunciado, por activa y por pasiva, las artimañas que usan sus dirigentes para ser ayudados por la  ONU.Pero, lo más triste, es que el dinero que recaudan no lo usan para poner fin a la hambruna que arrastran durante muchos años. Es un capital que utilizan para comprar armamentos y proseguir en sus luchas incruentas, inútiles e interminables.Con el paso del tiempo he llegado a comprender, también, a esos personajes famosos que hacen sus campañas donde recogen; dinero, comida o material de construcción y  son ellos, en persona, los que hacen la entrega.Muchos son criticados por los que piensan que lo hacen para darse fama. Pero,  en este caso, lo importante es el fin y no el medio.



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