De siempre me ha interrogado el texto del evangelio que tenemos para este fin de semana en donde un letrado le pregunta a Jesús por el mandamiento principal y después de tener la respuesta y el letrado aceptarla, Jesús le dice: "no estás lejos del Reino de Dios"
Ese "no estar lejos" con el que es redondeada la situación es lo que hasta ahora me desconcertaba, porque si el hombre acepta la respuesta de Jesús y la hace suya, ¿a que viene ese "no estar lejos"? me preguntaba.
Creo que la respuesta va por la linea de que no es suficiente conocer, saber de memoria, o enseñar la letra de todo lo que implica el primer mandamiento, hace falta algo mas, y ese algo mas lo va dando la vida. En la medida en que lo vayamos poniendo en práctica, en esa medida, estaremos mas cerca, en esa medida estaremos viviendo mas inmersos en el Reino de Dios. Asi que no es suficiente el saber, es necesario hacerlo vida, desmenuzarlo en la vida.
Podemos saber muchas cosas, pero si eso que sabemos no tiene nada que ver con nuestra forma de vivir, si no incide en ello, es como si no lo supiéramos. Se sabe cual es el camino, pero hay que empezar a caminar por el. Un camino que es la misma cotidianeidad y en el que iremos siendo transformados, en donde hemos de incidir y estar presentes. Es necesario estar convencidos de que debe ser así y de que no hay otro camino si no queremos estar lejos o cerca, pero en definitiva, no estando aún, en el Reino de Dios.
No podemos permitirnos el dejarnos distraer por esto o lo otro o excusas que nos lleven a mitigar lo rotundo de la convicción y la necesidad de concretar esta verdad.
La ley por si misma, su conocimiento, si no se hace vida, si no lleva pálpitos del corazón, no es capaz de transformar la existencia acercándonos a Dios y mucho menos al hermano."El saber no ocupa lugar", solemos decir, pero sí debe llevarnos a ocupar el lugar que nos corresponde con solicitud, alegría, dignidad y responsabilidad.
Feliz día del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario