sábado, 17 de noviembre de 2012

¿DESDE CUÁNDO USAMOS?

EL PAÑUELO.
Por María Sánchez.
 A las  mujeres, lo mismo que a los hombres nos gusta usar complementos que ayuden a resaltar la ropa que vestimos. Puede ser un broche en la solapa de una chaqueta, un collar o un pañuelo. Éstos han proliferado bastante en los últimos años, llegando a ser un complemento casi imprescindible en los días de invierno.
Los hombres que, también se han subido al carro de la moda,  poco a poco han adoptando esta prenda, que a la par que cómoda, es elegante y juvenil.
Cierto es que de aquellos pañuelos que usaban nuestras madres y abuelas a los que vemos hoy en día hay casi un  abismo. Los que se llevan en esta época son de colores variados y tejidos suaves con los que podemos combinar la ropa que en ese momento llevemos puesta.
 Existen diferentes tamaños y formas. Los más usados son los alargados (tipo fular) que, más que en la cabeza, llevamos al cuello para protegernos del frío.
Los primeros que se conocieron eran pequeños y cuadrados que se guardaban doblados en el bolsillo. Se usaban para el aseo personal, sonarse la nariz o limpiarse el sudor. En Oriente los agricultores los usaban de lino para, puestos en la cabeza, protegerse del sol. Tal y como hemos visto tantas veces, a nuestros agricultores y albañiles.
 En Europa lo adoptaron las damas de clase alta, como señal de elegancia y distinción, siendo elaborados de diferentes géneros y atractivos colores.
El pañuelo, aparte de ornamento,  puede usarse como identificación de un acto cultural o festivo. Recordemos los pañuelos rojos en las fiestas de San Fermín, el Cachirulo en las del Pilar, el blanco con el que juegan los niños o el que en las corridas de toros usa el presidente para los cambios de tercios, conceder la oreja etc. En Argentina lo usan para  bailar la zamba y en Chile la cueca.
 No podemos olvidarnos de el pañuelo negro de luto aquel que llevaban nuestras madres y abuelas cuando, desgraciadamente, fallecía un ser querido. Lo simpático en este caso es que la  mujer era la que vestía de luto riguroso tanto si el difunto era de su familia o  de su marido. Éste cumplía con llevar una faja en la manga de la chaqueta o un botón en el ojal de la misma. Por suerte esto del luto ha pasado a la historia.
 Y ya que de historia hablamos conozcamos la que nos ocupa hoy  (El pañuelo)
Nos equivocamos de pleno si nos atrevemos a pensar que, esta prenda hace sólo unos años que la usamos, nada más lejos de la realidad. Por lo que nos cuentan ya existían desde el siglo II aC ¡Casi nada! Pero fueron los italianos los que lo pusieron en moda en el siglo XV. Se distinguían dos tipos de pañuelos: el de la nariz, que se guardaba en el bolsillo y el que se usaba para limpiarse el sudor de la cara el cual se llevaba  en la mano.
Esta moda apasionó a los franceses que la acogieron en el siglo XVI convirtiéndola en complemento indispensable, sobre todo los cortesanos y actores, que solían llevarlo en  la mano en las tragicomedias para distinguirse del comediante que utilizaba el abanico como símbolo de frivolidad
Una fiel enamorado de esta moda fue el inigualable Luciano Pavarotti.





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