sábado, 27 de octubre de 2012

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARICO .CICLO B.

LA PALABRA DEL DOMINGO.

"MAESTRO, QUE PUEDA VER" 
Volvemos a encontrarnos a Jesús de camino, en esta ocasión saliendo de Jericó con los discípulos y rodeado de mucha gente. Al borde de ese camino es donde esta Bartimeo, ciego y pobre, que pide ayuda. 

 Al enterarse que pasa Jesús le pide compasión a pesar de que la gente quiere callarle. El insiste y cuando ya tiene la oportunidad de llegar hasta El, porque le manda buscar, se deshace de todo lo que posee y ante la pregunta del Maestro:  "¿ Qué quieres que haga por ti ?"  no le pide dinero, le pide ver :  "Maestro, que pueda ver", le dice.  Marcos relata que recobrando la vista lo seguía por el camino.
Estar ciego, poder ver. Deshacerse de todo, seguir al maestro. Pedir compasión, ser escuchado. Dejarse interrogar por el Maestro ante la propia necesidad, expresar el deseo del alma. Superar la dificultad...  
Seguirle por el camino en compañía de los otros, con los que ya venían con el Maestro.
Muchos de nosotros nos podemos identificar con el amigo Bartimeo, muchos andamos a tientas por la vida, muchos nos apostamos a la orilla del camino, y aunque no perdamos la esperanza y la fe siga ahí clavada como un dardo en nuestro corazón, no terminamos de ver cual es el camino que hemos de hacer. Hemos perdido la visión de la realidad.
Necesitamos llegar hasta los pies de Jesús y dejarnos interrogar por El sobre nuestras necesidades o querencias y manifestarlas. El nos dará, como a Bartimeo, la luz y la alegría que todo eso lleva añadido. Nos sacará de la postración en la que a veces estamos y entonces, podremos seguirle porque hemos experimentado que en ese encuentro hemos sido restaurados. 
Empezaremos a mirar todo con ojos nuevos porque la ceguera ha desaparecido y la oscuridad se ha disipado, porque ya sabemos a quien hemos de seguir.
Pero. Siempre hay un pero, es necesario que nuestra actitud sea la misma que la da Bartimeo y no dejar que el Maestro pase de largo por nuestra vida. Perderíamos la hermosa ocasión de  desembarazarnos de nuestras cegueras.
Feliz día del Señor.   

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